jueves, 7 de mayo de 2009

El señorito feudal


El atraso del sur del país no sólo es económico, también es político… y mental. Más cerca del caciquismo que de la democracia, la clase política priísta de Chiapas se renueva en las familias de rancio abolengo reptiloide.

En su carrera en pos de una diputación, el babysaurio Roberto Albores Gleason, hijito del ex gobernador Roberto Albores Guillén, gasta el dinero a manos llenas para ganarse el voto en zonas que ni siquiera conoce, cual señorito feudal lanzando moneditas a sus súbditos. Y prefiere lanzar moneditas antes que ofrecer empleos, servicios de salud y de educación: lo primero es fácil, lo segundo implica trabajar (y pues cómo se le exige eso, ¿que no ven que apenas es un nene?).

1 comentario:

  1. Que triste es ver como nuestro supuestos gobernantes, los que deberían estar ahí para ayudar al pueblo, son los que más lo perjudican. ¿y cómo van a conocer Chiapas y el sur del país? si nunca bajan de su torre de poder, construida de engaños y corrupción. Pero claro, no les queda más que irse a gobernar a la gente que lamenteblemente no tiene la educación para defenderse de las injusticias y el PRI muy bien se ha encargado de que su situación siga así...

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