Ya comienza a verse la luz al final del túnel. Cierto, esa luz todavía está muy lejana pero no es inalcanzable. El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha afirmado que América Latina saldrá rápido de la crisis económica y otros expertos sostienen que tal recuperación será incluso más rápida que en las naciones industrializadas. Admito que el FMI no es santo de mi devoción pero ello no es motivo para descartar sus proyecciones económicas, más aún cuando las cifras de la macroeconomía mexicana le otorgan un buen margen de maniobra a nuestro país (por ejemplo, el nivel de nuestras reservas internacionales, algo que muchos ignoran por interés político). No niego que la crisis ha tenido un fuerte impacto y que muchas personas han sufrido sus consecuencias (miles de despedidos y escasas fuentes de trabajo), pero tampoco ha ocurrido el megadesastre financiero que muchos auguraban (y esperaban, a ver si en río revuelto pescaban algo). La recuperación económica es una cuestión de tiempo, aunque hay que señalar que el mejoramiento del nivel de vida de la población también pasa por adecuadas políticas sociales y una mejor distribución de la riqueza. Por ello, no hay que desesperar, sino perseverar.
A pesar de que no se puede la severa crisis que estamos actualmente viviendo, estoy de acuerdo en que no es taaan grave como muchos aseguraban que sería. No se peuden hacer milagros en la economía de los países y menos en países de severo atraso como México(debemos agradecerselo a nuestros ineptos gobernantes del pasado) pero vamos por buen camino, solo ahy que ser pacientes y perceverantes
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