El despojo de Roberto Madrazo

El Despojo, el nuevo libro de Roberto Madrazo, es una obra crítica sobre el México que arranca con la Revolución a principios del siglo XX y vive momentos inquietantes y desconcertantes a comienzos del XXI. Obra a la vez abierta y autocrítica, donde la voz del autor no se arredra ante el PRI y los presidentes surgidos de sus filas. La tesis que recorre la obra de principio a fin es: México muere porque el «sistema» vive. Vive por medio del despojo del que ha hecho víctima a la nación entera; a millones de mexicanos, despojados, a su vez, de horizonte de futuro; despojados de empleo en su patria; despojados de seguridad para su familia y sus hijos; despojada la nación de sus instituciones fundamentales, hoy en manos del crimen organizado. A partir de aquí, El despojo narra la historia increíble de un recurrente proceso de modernización que acaba siempre como negocio privado. La interminable historia de los grandes proyectos nacionales como fuente de enriquecimiento del poder. La historia nuestra como un proceso de modernización (industrial) sin modernidad (institucional). La historia de la construcción de un sólido Estado social a principios del siglo XX, que desemboca en el Estado desertor. La sin igual historia de una destrucción colosal en menos de un siglo.

Llama poderosamente la atención cómo este político de pronto aparece tan demócrata y tan crítico del sistema político priista del que fue heredero (hijo de gobernador, pues su padre fue Carlos A. Madrazo). El libro de Madrazo sería una obra de humorismo involuntario si no fuera porque muchas de las cosas que dice, a pesar de la mitomanía del autor, sucedieron. También resulta francamente triste y lamentable que lo único que reitera Madrazo es esa constante de los políticos priistas: creer que el pueblo está formado por puros menores de edad, o por amnésicos, o por retrasados mentales. Hay todas las evidencias del mundo para saber que Madrazo fue un político corrupto y cínico que abusó del poder, desde la red de intereses caciquiles que heredó de su padre, pasando por su “formación política” con su mentor Carlos Hank González y años más tarde con Carlos Salinas de Gortari y su gente.... La credibilidad de Madrazo es nula.

Luis