jueves, 7 de mayo de 2009

Discordia perredista

La palabra “unidad” es un sueño guajiro… al menos para el PRD. Surgidos de las escamosas entrañas del priísmo, los perredistas no se escapan del torneo interno de cachetadas que se da cada vez que hay una elección en el horizonte, al igual que sus progenitores saurios.

El Comité Político del PRD en Guerrero acusó al gobernador Zeferino Torreblanca de intervenir de manera “arbitraria e ilegal” en la conformación de fuerzas en el Congreso local para favorecer a su tribu particular, Izquierda Renovadora.

Por lo pronto, el dirigente del partido en la entidad, Misael Medrano, convocó al diálogo para dirimir diferencias, convocatoria que en lenguaje dinoperredista significa negociar por debajo de la mesa curules, prebendas y comisiones. Provecho.

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