Para muchos, por culpa de nuestros padres, eso de la democracia es un cuento difícil de creer… cierto, no vivimos “las épocas oscuras del régimen”, como dice mi papá, je, pero precisamente por ello, no sólo mis progenitores sino otros parientes, vecinos, familiares, cuates que me cuentan lo que sus conocidos les han contado a su vez… todos tienen historias escabrosas sobre esos días.
Y te las han contado, y lo siguen haciendo, una y ora vez, sobre todo con algunas copillas adentro, je… durante años, al menos en mi caso, casi desde la cuna (es que mi padres son bien grillos, uf).
Hasta que, pasando los años, fuimos creciendo, pasamos de niños a adolescentes y de esa etapa a hombres, ese cuento del PRi-nosaurio se convirtió en realidad, casi, en algo presente permanente, algo así como un coco del subconsciente que está ahí, en un rincón oscuro, al acecho, listo para mantenerte asustado permanentemente…
Gulp…
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